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Introducci�n
Pablo Gonz�lez
El presente art�culo analiza las revoluciones educacionales ocurridas con la aparici�n de la escuela, la formaci�n de los sistemas p�blicos de ense�anza en Europa y la masificaci�n educacional durante el siglo XX. Es as� como desarrolla la idea de que la educaci�n se encuentra en la actualidad en el umbral de una revoluci�n similar a las tres anteriores, motivada por las posibilidades que traen consigo las nuevas tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n. Tambi�n analiza los cambios que dichas tecnolog�as y la globalizaci�n producen en los contextos dentro de los cuales se desarrolla la educaci�n. En particular, la transformaci�n de los contextos de informaci�n, conocimiento, mercado laboral y de significados culturales. Y la manera c�mo la empresa educacional se adapta a esos cambios, los riesgos que enfrenta y las oportunidades que se le presentan. |
El trabajo aborda, en primer t�rmino, el tema de los requerimientos que la sociedad globalizada y del conocimiento implican para la experiencia formativa que tiene lugar en el sistema escolar. Tales requerimientos, que se describen sucintamente, constitiyen el fundamento del cambio del curr�culum que lleva a cabo la reforma educacional en curso. En segundo lugar, aborda el proceso de elaboraci�n del nuevo marco curricular, donde se destaca la intervencion, sistem�tica e influyente, de instancias representativas externas al �mbito educacional. En terce lugar, se describen los cambios efectuados en cuatro niveles del curr�culum: las relaciones de control del mismo - que se descentralizan -; su estructura, donde se implantan cambios claves en la educaci�n media; su organizaci�n en �reas y ejes curriculares, donde el cambio m�s importante es la inclusi�n de objetivos formativos "transversales"; sus contenidos intraasignatura, donde hay una reorientaci�n hacia el logro de habilidades de pensamiento de orden superior y una elevaci�n de est�ndares. Se concluye abordando el tema del paso de un curr�culum prescrito a uno implementado y lo que ello implica en t�rminos de agenda para el momento actual del esfuerzo nacional de transformaci�n de la calidad y equidad del sistema escolar. |
Desde una perspectiva puramente te�rica, la Prueba de Aptitud Acad�mica (PAA) se define como un test de inteligenica. En la pr�ctica, sin embargo, cambia este escenario: sus resultados son modificables en el corto plazo y �stos dependen de factores externos como las caracter�sticas socioecon�micas, de g�nero y regi�n, entre otras. La misi�n de este art�culo es contribuir con evidencia descriptiva a la caracterizaci�n de los postulantes a la educaci�n superior en base a lo registrado entre 1992-1998. De �sta se obtienen varios resultados. Primero, la evidencia indica que el rendimiento en la PAA y en las Pruebas Espec�ficas difieren por g�nero, ya que , en promedio, los hombres registran mejores puntajes que las mujeres. Segundo, a nivel regional, el an�lisis muestra que los resultados se distribuyen heterog�neamente a lo largo del pa�s. As�, mientras las regiones Metropolitana y Duod�cima exhiben los mejores puntajes nacionales promedio - lo que a su vez coincide con que ellas se encuentren entre las m�s ricas en t�rminos de ingreso familar, la Novena muestra el peor rendimiento acad�mico, con bajo niveles de ingreso y altos niveles de pobreza. Tercero, los alumnos provenientes de hogares de padres con altos niveles de escolaridad obtienen un mejor rendimiento en la PAA, coincidentemente con su paso por colegios privados. Lo preocupante de esto es que los resultados de esta prueba inciden, en el corto plazo, en el acceso a la educaci�n superior y, en el largo plazo, en la generac�n de ingresos y desigualdad de los mismos. En este sentido, la evidencia sugiere la existencia de una significativa brecha de oportunidades y es esta certeza, al menos, la que cuestiona la validez de la PAA como una prueba de inteligencia. |
Durante cerca de un a�o, los autores de este art�culo -dise�adores y profesores del curso Dise�o y Gesti�n de S� Mismo- han venido reflexionando sobre la educaci�n desde una perspectiva cr�tica a los enfoques tradicionales, que focalizan el proceso educativo en la dimensi�n cognitiva. En esta conversaci�n editada los autores proponen una mirada sist�mica de la educaci�n, en la cual esta es vista como proceso de transformaci�n en la convivencia entre padres e hijos en el hogar y entre profesores y alumnos en la escuela. El foco de este proceso debe ser, seg�n los autores, la transformaci�n gradual de los ni�os y j�venes en adultos aut�nomos, democr�ticos, conscientes de s� mismos y de su entorno, colaboradores, respetuosos, responsables, imagnativos, abiertos al cambio y comprometidos con la preservaci�n y ampliaci�n de los espacios de convivencia. Se argumenta que ello requiere dignificar y refundar la funci�n educacional instalando en el pa�s un proceso de formaci�n y reformaci�n de profesores centrado en el incremento de las capacidades necesarias para ser facilitadores de la din�mica de transformaci�n integral de los ni�os y j�venes: capacidad de vivir en la aceptaci�n, capacidad de escuchar, confianza en s� mismos, dominio de los conocimientos y pr�cticas de las disciplinarias en que se desenvuelven y comprensi�n de los fen�menos pedag�gicos, entre otras. Se argumenta que la educaci�n as� entendida genera tambi�n, en contra de lo que normalmente se piensa, las capacidades requeridas por la empresa y las organizaciones modernas en el marco de la globalizaci�n y el v�rtigo del cambio: trabajo en equipo, capacidad y esp�ritu para emprender e innovar, b�squeda de la calidad y la productividad, entre otras. |
El
presente art�culo analiza las revoluciones educacionales ocurridas con la aparici�n de
la escuela, la formaci�n de los sistemas p�blicos de ense�anza en Europa y la
masificaci�n educacional durante el siglo XX. Es as� como desarrolla la idea de
que la educaci�n se encuentra en la actualidad en el umbral de una revoluci�n similar a
las tres anteriores, motivada por las posibilidades que traen consigo las nuevas
tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n. Tambi�n analiza los cambios que
dichas tecnolog�as y la globalizaci�n producen en los contextos dentro de los cuales se
desarrolla la educaci�n. En particular, la transformaci�n de los contextos de
informaci�n, conocimiento, mercado laboral y de significados culturales. Y la
manera c�mo la empresa educacional se adapta a esos cambios, los riesgos que enfrenta y
las oportunidades que se le presentan.
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El reconocimiento mundial de la novela latinoamericana, a partir de las d�cada de 1960, se debe en primera instancia al nivel de excelencia lograda por los mayores exponentes del g�nero, entre ellos, Gabriel Garc�a M�rquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Jos� Donoso. Eso dicho, las pautas de su recepci�n fueron marcadas por un tipo de cr�tica literaria pol�tica que hizo pasar criterios pol�ticos por art�sticos. Este acercamiento cr�tico no dio respuestas confiables a sus propias preguntas, porque los cr�ticos que lo establecieron modificaron sus juicios de valor (mas no sus criterios de evaluaci�n) sobre determinadas obras cuando los autores de las mismas modificaron sus posiciones pol�ticas. el caso de Mario Vargas Llosa es particularmente sugerente: cuando el novelista peruano afirmaba su compromiso por los movimientos revolucionarios latinoamericanos sus novelas fueron altamente consideradas por los mismos cr�ticos que las rechazaron cuando su comportamiento decepcion� a las autoridades de la revoluci�n cubana. |
Modernizaci�n y malestar: la segunda fase de la transici�n chilena