El 26 de abril, el equipo TIC del Departamento liderado por el académico Juan Velásquez presentó los resultados del DOCODE, un software antiplagio que ha logrado reducir el fenómeno del “copy and paste” desde un 55% a menos de un 2% en los establecimientos en los que se aplica.
En el marco de la presentación de los resultados de esta herramienta computacional que analiza la originalidad de los textos se realizó el seminario titulado “El fenómeno de ‘copy and paste’ en trabajos docentes: abordando el problema desde un punto de vista técnico, fenomenológico y sus posibles soluciones”. Este contó con la participación de Francisco Brieva, Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile; Miguel O’Ryan, Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile; Gonzalo Herrera, Director Ejecutivo del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF); Alejandra Mizala, Directora del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile; Juan Velásquez, académico del Departamento de Ingeniería Industrial y Director del Proyecto DOCODE, y Mario Waissbluth, Director del Centro de Sistemas Públicos (CSP) del Departamento de Ingeniería Industrial y Coordinador Nacional de Educación 2020.
Francisco Brieva, encargado de la apertura del seminario de la presentación de los resultados del DOCODE, se refirió a este proyecto como uno que tendrá una proyección importante en el tiempo.
“Es importante conocer a personas como Juan Velásquez y Sebastián Ríos para entender esto. Uno los ve caminando por la Facultad y se los imagina tratando de descubrir los misterios que nadie más detecta. Dada su expertise en computación, DOCODE es la herramientas que personas como ellos tenían que producir”.
Durante su intervención, Miguel O’Ryan destacó este sistema como un producto de la capacidad de inventiva del recurso más preciado de la Universidad de Chile: el talento académico y estudiantil.
“El desarrollo de este proyecto llevado a cabo por el grupo liderado por Juan Velásquez realizó investigación de frontera sobre bases de datos textuales y la web”, indicó junto con recordar que el DOCODE obtuvo el primer lugar en la competencia mundial de plagio 2011 (Competencia PAN, Uncovering Plagiarism, Authorship, and Social Software Misuse) y que durante el mismo año fue reconocido por Conicyt como uno de los 10 hitos científicos del país.
Gonzalo Herrera, por su parte, se refirió al tema del no respeto de la producción intelectual de otros como un fenómeno bastante extendido y no bien educado en los estudiantes. En relación a este software antiplagio indicó que se trata de una herramienta muy valiosa no sólo para detectar y sancionar sino que también para educar en el respeto a la producción intelectual de otras personas.
“Este es el valor fundamental de un producto como éste, aparte de todos los méritos estrictamente tecnológicos. En este sentido, no me cabe duda que su impacto va a ser de gran importancia”, aseguró Herrera.
Alejandra Mizala, en tanto, manifestó que el proyecto DOCODE está en el espíritu de la investigación que al Departamento le interesa hacer congruente con su lema de “Excelencia para un mejor país”.
“Este proyecto no sólo ha generado una herramienta que es útil sino también investigación, publicaciones en revistas indexadas y un libro. Ha ganado premios internacionales y es algo relevante que sabemos que está funcionando”.
Agregó: “Herramientas como éstas son importantes, porque queremos mejorar la educación de nuestro país y la comprensión lectora no va a progresar si los niños en vez de leer, comprender y redactar copian y pegan sin siquiera leer lo que están copiando y pegando”, aseguró junto con complementar que el desarrollo de este software también ha tenido un impacto importante en la formación de capital humano (en él trabajaron ocho ingenieros, cuatro estudiantes de Magíster y un estudiante de Doctorado).
Invitado a comentar este proyecto desde la mirada de la educación, Mario Waissbluth, Director del Centro de Sistemas Públicos (CSP) del Departamento de Ingeniería Industrial y Coordinador Nacional de Educación 2020, hizo una analogía entre el Metro de Santiago (limpio y ejemplo a nivel mundial) y las escuelas municipales vulnerables. En este marco, Waissbluth relató que como Educación 2020 les toca recorrer escuelas entre 200 y 280 puntos de SIMCE (las primeras equivalentes a analfabetismo funcional y las segundas por sobre el promedio nacional), en las cuales se encuentran con lo que él llama el “ambiente Metro”. Esto, no sólo en relación a su higiene y limpieza sino que también en su ética de conducta.
“Curiosamente en esos ambientes de ética y de conducta de otro estándar, el aprendizaje es mejor”.
Sobre el DOCODE en particular apuntó: “El uso sistemático de esta herramienta tecnológica puede tener enormes impactos y el ideal sería comenzar con los niños pequeños para que aprendan buenas prácticas”.
Analizador de originalidad
Desarrollado durante los años 2010 y 2011, en el marco del proyecto Fondef “Desarrollo e implementación de una herramienta computacional para la detección de copias en documentos digitales en la educación: DOcument COpy DEtector (DOCODE)”, este proyecto que analiza la originalidad de los textos se aplica hoy en un colegio, dos Institutos Profesionales y una universidad (UCH).
Bajo la premisa de que un niño que ‘copia y pega’ no aprende, Juan Velásquez, Director de este proyecto, presentó los resultados obtenidos hasta aquí por esta herramienta computacional disponible en versión 2.0 y lo que viene en el marco de su implementación.
Entre sus características, el académico detalló que este software detecta tanto plagio intrínseco (cuando se hacen variaciones en los párrafos y existen saltos en el estilo de escritura) como plagio externo (comparando el documento sospechoso contra posibles fuentes), dos categorías que le permitieron al grupo integrado, entre otros, por Gabriel Oberreuter -cerebro de los algoritmos del DOCODE- y Gastón L’Huillier, jefe de este proyecto, ganar la versión 2011 de la competencia mundial de plagio. Velásquez también se refirió al análisis de redes sociales, que permite la detección de colusión, así como la detección de similitudes con documentos de la web, lo anterior centrado en la lengua castellana que se habla en Chile y elemento diferenciador de otros sistemas que operan en inglés.
De acuerdo a una encuesta nacional realizada entre mayo y agosto de 2010 a 3.157 alumnos de enseñanza media y superior, un 55% de estudiantes de secundaria y un 42% de los alumnos universitarios declararon haber plagiado información desde la web sin citar la fuente en reiteradas ocasiones durante el último año. De aquí la importancia de esta herramienta que disminuye esta práctica a menos de 2% en los establecimientos en los que se aplica.
En www.docode.cl está disponible el servicio Docode-Lite donde cada usuario puede subir tres documentos diarios para su análisis de originalidad gratuito. Se espera que esta herramienta esté disponible para su comercialización en el transcurso de este año.