Las predicciones de Ingeniería Industrial en la Copa Confederaciones

La pasión por el fútbol y los números llevó a Denis Sauré y a Marcelo Olivares a crear un sistema de predicción utilizando modelos econométricos y de simulación, que les permitió predecir el resultado de cada partido y del torneo durante la Copa América 2015, campeonato en que finalmente la selección nacional se quedó con la copa.

En dicha oportunidad mantuvieron el sistema en línea durante la competencia en la página del Centro de Investigación en Inteligencia de Negocios (CEINE) de Ingeniería Industrial. ¿El resultado? “El tráfico por esa página subió infinito durante esos días”, recuerda Sauré.

Tal éxito llevó a los académicos a poner nuevamente a prueba el modelo en la Copa Centenario en 2016 y a hacer un nuevo intento en la pasada Copa Confederaciones. Todo con miras a sofisticar cada vez más la idea pensando en un desafío mayor: el Mundial de Fútbol Rusia 2018.

“Utilizamos La Copa Confederaciones como una prueba para el Mundial e hicimos un modelo mucho más refinado que tuvo más datos y, se supone, mejor calidad”, señala el académico sobre la información que estuvo disponible en www.851.cl. Entre las predicciones que el modelo arrojó destacó el que Chile tuviera un 28% de probabilidades de ganar a Alemania y un 24% de posibilidades de coronarse campeón de la Copa.

“Cuando uno hace predicciones no apuesta a resultados, sino que trata de entregar probabilidades. Para el partido de Alemania tuvimos un 28% de chances de ganar, que pareció bajo. Si uno tuviera que predecir algo podría pensar que estábamos diciendo que Chile iba a perder. Pero no fue así. Lo que dijimos es que si Chile jugaba cuatro partidos, uno lo ganaría, dos los empataría y un partido lo ganaría Alemania”, afirma Sauré.

¿Cómo funciona?
El modelo que corrió para la Copa Confederaciones, manejado por el ayudante de doctorado Pablo Jofré, se caracterizó por cambiar sus predicciones en tiempo real, dependiendo de lo que iba sucediendo en los partidos.

“Cada vez que había una tarjeta amarilla, una tarjeta roja, un gol, el modelo se ajustaba para ver cómo cambiaban las predicciones”, explica Sauré, quien detalla que la estimación fue minuto a minuto durante los partidos de “La Roja”, mientras que para el resto de los enfrentamientos se tomaron los resultados y se reactualizaron las predicciones del torneo.

Junto con los datos que entregó la contingencia de cada partido, el modelo utilizó la econometría para tomar datos históricos de cuáles fueron las dinámicas producidas dentro de un partido, las que incluyeron, por ejemplo, cómo impactó en el comportamiento ofensivo de un equipo el tiempo que faltaba para que terminara un encuentro o cómo afectó a los jugadores que se les mostrara una tarjeta.

“Tomamos todos esos datos y los ajustamos a un modelo matemático para que nos entregara un patrón. Una vez que se tenía ese modelo, se hicieron predicciones para un partido en particular. Nosotros pescamos este modelo del desarrollo de un partido, simulamos el desarrollo del campeonato y eso nos dio quién iba a ser el campeón. Eso lo hacimos un millón de veces. Con esta técnica de probabilidades pudimos estimar con harta precisión”, asegura el investigador.

Aunque la motivación que llevó a los académicos a elaborar este sistema se funda principalmente en su fanatismo por el fútbol, el modelo también ha llegado a las aulas.

“Esto es algo que le puedes contar a los alumnos, los puedes motivar con esto en los cursos que dictamos”, concluye Sauré.

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