El 26 de noviembre, el Hotel Almacruz de Santiago fue escenario de la charla magistral “El Factor Humano en las Políticas Públicas: Perspectivas y Aplicaciones de la Economía del Comportamiento”, evento organizado por el Instituto Milenio para la Investigación de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) y el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI).
La actividad reunió a representantes de ministerios clave, como Salud, Economía, Hacienda y Medio Ambiente, además de organismos internacionales, universidades, empresas privadas y organizaciones sin fines de lucro y contó con la presencia de Marcela Munizaga, vicedecana de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, y Alejandra Mizala, académica de nuestro departamento y prorrectora de la Universidad de Chile, quien inauguró la jornada con un discurso sobre la importancia de incorporar la economía del comportamiento en la formulación de políticas públicas.
El evento, que contó con la charla magistral del profesor George Loewenstein, académico de la Universidad Carnegie Mellon y figura mundial en la economía del comportamiento, ofreció una plataforma para discutir aplicaciones concretas de esta disciplina en distintas áreas, con la participación de reconocidos académicos:
El cierre estuvo a cargo de George Loewenstein, catedrático de la Herbert A. Simon de Economía y Psicología de la U. Carnegie Mellon y profesor visitante en la London School of Economics and Political Science, en la Universidad Ártica de Noruega y en el Instituto BRIQ sobre Comportamiento y Desigualdad, y en la Universidad de Bonn, Alemania.
En su charla, “When Do People Benefit from Choice?”, Loewenstein reflexionó sobre los beneficios y riesgos de ofrecer múltiples opciones en contextos como los seguros de salud. En esta área argumentó que, aunque la elección puede empoderar, también puede generar confusión en situaciones de alta complejidad. De aquí que propuso simplificar los marcos de elección o delegar decisiones complejas en expertos, asegurando que las personas tomen decisiones más informadas y beneficiosas.
Este encuentro reafirmó el potencial de la economía del comportamiento para abordar problemas complejos mediante soluciones innovadoras que incluyan el “factor humano”. Las intervenciones ofrecieron ejemplos concretos de cómo las políticas públicas pueden mejorar la calidad de vida, garantizar la equidad y promover el desarrollo sostenible.
Texto: Tomás Franz, Comunicaciones Instituto Milenio MIPP
Fotos: Ingeniería Industrial, U. de Chile